miércoles, septiembre 14, 2005

¡Hostias, Post 05!

Vaya. Que el cuerpo me pasó factura hoy luego de las desveladas anteriores y las pocas horas de sueño. Me desperté pasadas las 10.30 (me dormí, de nuevo, luego de las 2am). Eso sí, amanecí con pila alta.
Empecé yendo al estadio Vicente Calderón, donde compré -sin las aglomeraciones que yo esperaba- boleto para el partido Atlético-Barça que se juega el domingo por la noche. ¡El Barça, señores! Campeón de la Liga Española, ni más ni menos.
Ahora bien: la tarde-noche del domingo será de locos: a las 19:00 empieza Fuente Ovejuna, y a las 21:00 el partido de fut. A las 10:50 tendría que estar en el aeropuerto (aunque seguro llegaré un poco después de esa hora). Mucha adrenalina correrá por mis venas durante esas horas, sin duda.
Luego fui a El País. Oh, decepción. Ni siquiera me recibieron. Como no respondieron mis mails de semanas anteriores, llegué a recepción, expliqué brevemente mi caso (soy José Luis González, vengo de México...) y el señor que atendía me dio un folletito. Le dije que esa información ya la tenía, que lo que quería era hablar con alguien del máster y conocer las instalaciones. Arqueó las cejas y me dijo algo así como "Será difícil". Marcó una extensión, le explicó mi caso a alguien y me pasó el teléfono. Una Raquel (secretaria del máster) estaba en la línea preguntándome qué se me ofrecía. Le dije. Me respondió que era "imposible" que yo conociera las instalaciones, porque se lo tenían prohibido. Le pregunté si podía hablar con alguien, entonces. Sonrió (sí, escuché su sonrisa) y me dijo: "Pues estás hablando conmigo". Jeje. Le dije que me gustaría hablar con alguien "personalmente". Me dijo, otra vez, que en ese momento era imposible. Le pregunté si podría hacerlo hoy por la tarde, o cualquier otro día de la semana. Me dijo que no, porque era la única secretaria del máster y no podía desatender la oficina. Ahondó: "Pero puedes hacernos cualquier consulta por correo electrónico". Ya un poco molesto, le espeté: "Sí les he enviado varios correos en las últimas semanas, pero no me han respondido..." "Ah, bueno, es que estamos en época de inscripciones y hemos recibido casi 3 mil mensajes, ¿sabes? Pero los respondemos todos. Por correo electrónico o por teléfono podemos responderte cualquier duda que tengas..." Obviamente la mandé al carajo. Bueno, no. Sólo le dije que gracias y hasta luego... y en mi mente brillante sí que la mandé al carajo. Pensé armar un escándalo, claro. Insistir en mi historia de vengo de México y etcétera. Pero luego decidí que no era necesario. Que yo no necesitaba rogarle a nadie una entrevista, aunque fuera El País. Yo soy Pepe González. Y a ver de a cómo nos toca.
En fin.
Luego me dirigí al centro, a comer. En el Metro terminé de leer Soldados de Salamina. Buena novela. Buena, sin duda alguna. Termina con unas palabras que me llegaron al alma. Por desgracia no tengo el libro a mano, pero les prometo pasarles la cita mañana.
Fu a comer a El Botín. Recomendación de Tere Vale. ¡Y qué recomendación! El lugar es fabuloso: está sobre las bases de una taberna del siglo XVII, construida en una cueva. El servicio es excelente y la comida exquisita. Pedí sopa de ajo con huevo, cordero asado (especialidad de la casa desde 1725) y una copa de tinto. De postre, leche frita y café con leche. No saben qué delicia.
Luego caminé al hotel, me refresqué y salí a caminar por las calles aledañas (no lo había hecho). me perdí (para variar) pero viví una parte del Madrid no turístico, del otro lado de la Gran Vía. Tiene su encanto, claro, pero definitivamente no es tan "bonito". Aunque quizá sea más interesante.
Si me da tiempo, al rato voy a ver un show de flamenco que dan gratis en una estación del metro. Mañana pienso ir al Reina Sofía, con calma, y caminar esa zona de la ciudad. Por la noche, función de Hoy no me puedo levantar: ¡tengo grandes expectativas de esa obra! Ya les contaré.
¡Saludos a todos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pp:

Wow !!! No sabes el gusto que me da saber que llegaste a donde querías.

Manda a la mierda a todos los que se interpongan en tu camino y sigue, sigue.

Te quiere

Marissa