martes, junio 22, 2010

No es lo mismo, pero es igual

El ángel exterminador, presente en Sudáfrica
(Foto: Mexsport)

El taller de proyectos multidisciplinarios suspendido hasta las 11. Hubo presión suficiente para que los instructores nos concedieran las dos horas para ver el partido. Supongo que bastante tuvieron que ver los colegas con sus playeras de la Selección e incluso un par que vinieron con la bandera tricolor dibujada sobre sus mejillas. ¿Fue realmente casualidad el hecho de que yo eligiera un suéter verde al salir de casa esta mañana?

En la cafetería el ambiente está desbordado. Pusieron sillas extras y hay dos filas para cobrar. El platillo de hoy es costilla con chilaquiles y coca-cola. Imposible perdérselo. Hay alumnos, profesores, personal administrativo. Nadie se quiere perder el partido, que promete hartas emociones. Los pronósticos son optimistas. El rector de la zona me dice 2-1 México. Concuerdo.

Las oportunidades de gol se sufren, no se gozan. El público está necesitado, urgido de un gol, de una victoria. Cada vez que la Selección se acerca con peligro al área uruguaya la gente grita, tiene el festejo atravesado entre el pecho y la espalda, no hay remedio contra esta felicidad que se niega a ser plena, contra la celebración que se percibe inminente, pero nomás no se concreta.

Hacia el final del segundo tiempo las caras son largas y los silencios son incómodos. Martinolli grita y regrita que ya estamos calificados, que el objetivo se cumplió, que lo importante es estar en la siguiente ronda, que Argentina nos espera el domingo en Johannesburgo... ¡como si eso fuera un premio! Y remata: "Perdimos, pero calificamos". ¿Y eso es un consuelo?

Pienso que México está en su real nivel (y lo escribí hace dos semanas en este blog, para los descreídos). Era normal, repito: NORMAL, que México calificara a Octavos. Sin embargo, no es una "buena actuación" calificar a la siguiente ronda con un muy modesto empate en la jornada inaugural y un triunfo contra un equipo que llegó deshecho.

Viene Argentina. A sufrir de nuevo. Ahora Messi sí viene en plenitud. Y los demás le siguen el juego. Argentina no es Francia. Y la Selección sigue haciendo sandwich.
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PS.- "
No da lo mismo enfrentar a Argentina en la segunda ronda que a Corea del Sur, Nigeria o Grecia. Que no vengan ahora los valentones a decir que si México quiere hacer un buen Mundial le debe ganar a cualquiera (...) Insisto, se trata de que México gane el cuarto partido y pueda acceder a un quinto por primera vez en la historia de un Mundial jugado fuera de casa. Ese es el primer objetivo. Eso de ganar la Copa del Mundo y decir que esa es la verdadera meta suena bonito, pero que lo crea quien lo quiera creer." (Rafael Ocampo, en Milenio)

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