sábado, noviembre 07, 2015

CDI 2015: What's the Point? (día 3)

Creo que no me equivoco al considerar el debate de hoy, último día de La Ciudad de las Ideas, el mejor que he visto en cuatro años de asistir a este festival. 

El tema fue la legalización de las drogas (no sólo la marihuana). Entre los panelistas se encontraban a favor tres expresidentes (de México, Vicente Fox; de Colombia, César Gaviria y de Suiza, Ruth Dreifuss) y un empresario (Ricardo Salinas Pliego). En contra los académicos Kevin Sabet (Universidad de Florida) y Mark Kleiman (UCLA); Viridiana Ríos (directora del colectivo México, ¿cómo vamos?) y Antonio Mazzitelli, representante en México de la Oficina contra las Drogas y el Delito de la ONU (UNODC). 

Muy pronto se llegó al acuerdo de que el verdadero tema no es si legalizar o no las drogas (hubo consenso en el sentido de que ése parece ser un hecho inevitable) sino en cómo hay que hacerlo. Sabet desarrolló un argumento brillante respecto a que cuando drogas como la marihuana y la cocaína sean legalizadas, se consolidará una industria muy poderosa, similar a los "carteles" del alcohol y el tabaco que invierten miles de millones de dólares al año para cabildear en todo el planeta leyes e impuestos que los beneficien (o no los perjudiquen tanto). Viridiana Ríos resaltó que la legalización de las drogas no necesariamente implica la disminución de la violencia en países como el nuestro, pues ésta tiene otras causas que hay que atender (como la falta de movilidad social que arroja a los pobres más jóvenes a manos de los narcotraficantes). 

Por el otro lado, el expresidente Gaviria se mostró muy vehemente en su argumento de exigir a los EU el fin de la guerra contra las drogas y Salinas Pliego se mostró absurdamente reduccionista al pronunciarse por regalar las drogas (para no fomentar la industria arriba citada) y tratar a los enfermos con dinero público. Vicente Fox fue bien recibido, pero hacia la mitad del encuentro fue abucheado cuando afirmó que "no era tan fácil" plantar cara a un presidente estadounidense para exigir acabar la guerra contra las drogas.

Fue un debate muy bien llevado por Andrés Roemer, inteligente y agudo en sus cuestionamientos a los dos lados, y que puso de manifiesto la necesidad de este tipo de actividades en la vida pública. A mí me queda cada vez más claro que es indispensable enseñar a debatir desde temprana edad: presentar y desarrollar argumentos, refutarlos, escuchar al otro, respetar la diversidad y, sobre todo, llegar a acuerdos se logra sólo con personas que entienden que el concepto de inteligencia incluye reconocer que no se tiene la razón absoluta y que las mejores decisiones se toman cuando se incluyen elementos de nuestros oponentes.

Por cuestiones de tiempo y espacio no puedo desarrollar a fondo todos los argumentos presentados en este debate, pero sé que pronto se transmitirá por TV: les invito a que le den seguimiento y lo vean, pues vale mucho la pena independientemente de la posición que hayan tomado respecto a este tema.

No quiero dejar de mencionar el maravilloso el cierre musical a cargo de Angélique Kidjo. Aquí una actuación suya en el Festival de Jazz de Montréal hace algunos años, acompañada del gran Carlos Santana:


Ha sido una gran Ciudad de las Ideas. Prometo hacer un balance general de ella mañana. Por ahora me despido para aprovechar mi última noche en esta hermosa ciudad. 
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Cajón de sastre: Notable la conferencia sobre liderazgo que ya casi al final del día presentó Ronald Heifetz: hay que seguirle la pista a este profesor de Harvard. // Confirmé la principal ventaja de Uber respecto a los taxis: su transparente regulación de precios: del hotel a la sede del evento Uber me ha cobrado aproximadamente 80 pesos. Hoy tomé un taxi de regreso y me cobró 150. Un timo que el chofer justificó malcarado diciendo que "cada quien tiene sus tarifas". 

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