jueves, noviembre 10, 2016

Las razones de Trump


(Caricatura de David Rowe)

Hace algunos meses tuve la oportunidad de desayunar con Patricio Díaz, exalumno de la Preparatoria Esmeralda, y actual estudiante de Ciencias Políticas en el ITAM. Desde que lo conocí en el bachillerato lo he considerado un joven lúcido e inteligente. En el desayuno conversamos un poco sobre la elección presidencial en EU, y me di cuenta de que su ojo crítico se había aguzado. Por eso ayer le pedí que respondiera tres preguntas sobre la victoria de Trump. Aquí sus respuestas. 

¿Por qué ganó Trump?

Apeló al sector racial blanco de clase media que ha sido olvidado y excluido por las élites políticas y económicas que, en parte, representa Hillary. Otro acierto suyo fue mostrarse como un outsider: un candidato de esta naturaleza tiene la oportunidad de hacer y decir lo que quiera sin incurrir en un costo político al no tener que guardar apariencias con nadie.

Transformó el odio al interior del país a un odio hacia los mexicanos. Guardando proporciones, esta estrategia podría equipararse a la de Hitler o Mussolini, al instrumentar una campaña basada en achacarle todos los males que aquejan a EEUU a un solo culpable (externo).

¿Por qué nadie lo vio venir?

Me parece que no fue que nadie lo viera venir, sino que se presentaron una combinación de hechos que le favorecieron rumbo al final de la campaña. Aquí jugaron un gran papel el FBI y los medios de comunicación al ser sumamente irresponsables con el manejo de la información con respecto a la segunda investigación de los correos de Hillary. Esto provocó que se acortaran distancias entre ambos candidatos. Por último, lo que terminó por inclinar la balanza a favor de Trump fue el famoso "voto oculto" que más bien llamaría como "la doble moral norteamericana".

¿Qué lección deja la victoria de Trump a políticos, periodistas y encuestadores respecto a la forma de leer a los votantes?

Pienso que hay una correlación entre baja participación ciudadana (provocada por el distanciamiento de la clase política de los ciudadanos) y resultados más volátiles y dañinos para la democracia. Esto dificulta sin duda el papel de los encuestadores y les resta un gran poder, al convertirlos en simples especuladores. Me parece que no puede haber una señal más clara de que es urgente un acercamiento entre la clase política y los ciudadanos.

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